A través del tacto me sumerjo en la vida, que es tu vida y me voy dejando sentir lo que tu alma necesita, en ese mismo instante, en ese momento presente.
No veo, solo siento.
No miro, solo intuyo el camino que recorren mis manos, sin mas guía que mi propio corazón.
Y las puertas de la memoria se abren cuando sienten el AMOR presente, porque con tanto amor se vuelven confiadas.
Nada que temer.
Muchas personas solo esperan el momento de abrirse a la existencia, en presencia de aquellos que hacen su trabajo, sin juicio ni expectativas.
AMAR SIN CONDICIONES a la persona que tienes entre tus manos, es la mejor terapia que conozco. Porque solo necesitamos que alguien nos sostenga y pueda ver nuestra belleza infinita, nuestra perfección divina.
Que nos reciban con las manos abiertas y sin miedo a la intimidad o al contacto. Que nos amen tal y como somos en este mundo dual. Y sobre todo que no se espere nada de nosotros.
Y en el acto de entregarme sin condiciones a través de mis manos, recibo mas de lo que doy…recibo AMOR como respuesta, y un profundo agradecimiento por permitirme ser YO, en mi máxima expresión.
A partir de ese instante en que nos entregamos por completo, es la conciencia infinita quien guía mi intuición, mis sentidos y el ritmo del masaje.
Es entonces cuando dejamos de ser Tu y Yo y nos convertimos en UNIDAD.
Y solo entonces adivinamos que ya somos perfectos, que ya estamos completos, que somos aquello que estamos buscando. Que por más que nos empeñemos en alejarnos una y otra vez de nosotros mismos, la vida nos traerá de vuelta una y otra vez al lugar del que nunca nos fuimos.
Elena Marín
Sobre el Masaje Re-Nacer